Cuando la vida cambia, necesitas a alguien que te escuche, te entienda y… te defienda.
El derecho va de ti, de mí, de nosotros, de ellos… y de la propia vida. O, dicho de otra manera, trata de las personas y sus relaciones, de cómo prevenir problemas o, cuando ya es demasiado tarde, de resolver los conflictos de manera justa.
Eso es lo que me apasiona y a lo que me dedico desde hace más de 20 años, habiendo ayudado a cientos de personas y empresas durante este tiempo.
Sé que cada cliente es un mundo y que cada cual tiene su propia historia. Mi objetivo es que la tuya tenga el mejor final posible.
Si quieres un servicio profesional legal, con atención directa, trato personalizado y seguimiento integral, puedo ayudarte en los siguientes ámbitos del derecho civil:
Prestamos, donaciones, compraventas, servicios, cesión o uso compartido de bienes…
¿Problemas con algún vecino? ¿Problemas con / en la comunidad?
¿Te estás separando o tienes intención de divorciarte? ¿Hay hijos en común? ¿Bienes que repartir?
¿Estás pensando en alquilar? ¿Quieres poner en alquiler tu inmueble?
Trabajo desde la cercanía, la transparencia y el compromiso.
Amalia Rueda
Quizás te preguntes porqué deberías poner tu caso en mis manos cuando, hoy en día, existen en el mercado multitud de servicios de asesoramiento, herramientas o plataformas online donde poder obtener información o realizar consultas de forma gratuita (o por un módico precio), prácticamente en tiempo real y desde casa.
En este caso, la respuesta es otra pregunta:
¿Cuánto vale tu tranquilidad?
Muchos de los servicios disponibles ofrecen soluciones tipo, automatizadas, son prestados por personal no especializado, sin atención personalizada, ni análisis específico del caso. Tampoco suelen ofrecer acompañamiento, tienen un alcance limitado (en tiempo, profundidad y continuidad) o, es posible, que no tengan capacidad legal de representación, ni puedan garantizar la validez jurídica de lo pactado (si no se formaliza adecuadamente).
Supongo que, si estás leyendo esto es porque hay algo que te preocupa y crees que los servicios mencionados no son la solución que necesitas. Ahora la pregunta es, ¿crees que puedo ayudarte yo?
Si la respuesta es SÍ, contáctame y valoraré contigo, sin compromiso, si realmente puedo ofrecerte lo que estás buscando.
Quien viene a buscarme es porque tiene un problema… o pretende evitarlo. Por eso, y porque me encanta mi trabajo, me lo tomo muy en serio.
Y “tomármelo en serio” conlleva ser fiel a mi forma de pensar y actuar, así como de entender el derecho y las relaciones humanas.
No puedo defenderte si no me implico totalmente con tu causa. Para eso, necesito reciprocidad por tu parte.
Claridad en todo momento (precios, opciones legales y procesos).
Estoy aquí para escucharte y ayudarte, acompañándote durante todo el proceso.
Lucho por soluciones justas, no por cualquier resultado.
Soy consciente de lo importante que tu caso es para ti. Lo trato con la máxima seriedad, como si fuese un asunto propio.
Sea cual sea tu caso, si es importante para ti, búscate un buen abogado.