CONTRATOS CIVILES
Muchos conflictos personales o económicos se podrían evitar con un buen contrato: un préstamo entre particulares, una donación, una compraventa, prestación de servicios, cesión o uso compartido de bienes, confidencialidad, capitulaciones, colaboraciones o asociaciones, etc.
No se trata de que las partes sean personas de palabra, tengan buena voluntad, sean familiares o “conocidos de toda la vida”.
Firmar un contrato no es desconfiar, es sentido común y cuidar la relación.
Incluso firmando un contrato, si la redacción es mala o el contrato no está bien hecho, cuando algo se tuerce, el resultado es el mismo: aparecen las inseguridades, las desconfianzas, las dudas, los miedos, las interpretaciones, los malentendidos, la ruptura de relaciones y, finalmente, los conflictos legales.
En muchas ocasiones llegan a mi despacho personas que firmaron sin revisar el contrato, copiaron las cláusulas de internet o confiaron demasiado en la buena fe de la otra parte ¿Las consecuencias? Cláusulas mal redactadas que no expresan lo que se buscaba o que se contradicen, situaciones no previstas abiertas a interpretaciones, abusos, ilegalidades o falta total de protección legal.
Si quieres asegurarte de que todo esté bien hecho y claro desde el principio, que sea justo para las partes, evitando desconfianzas y el miedo a ser estafado, además de una solución clara y rápida, busca un buen abogado. Un abogado que te explique las cosas con un lenguaje comprensible, sin tecnicismos innecesarios y que te aporte la tranquilidad de saber que estás protegido.
Siempre digo que un contrato bien hecho es como un buen seguro: cuando todo va bien, no se nota. Pero cuando se necesita, lo agradeces el doble.
Porque el mejor momento para evitar un conflicto es antes de que empiece, no esperes a tener un problema para buscar una solución. Consultarme es rápido, sencillo y puede ahorrarte muchos disgustos.
Así que, si tienes algo importante entre manos, déjalo por escrito… y bien escrito. Porque firmar bien es dormir tranquilo.
Porque el papel lo deja todo claro. Un contrato evita malentendidos, define responsabilidades y protege a ambas partes si surgen problemas. La confianza no está reñida con la seguridad jurídica.
Sí, y muchas veces es lo más inteligente. Un buen contrato evita tensiones innecesarias y protege la relación.
Puedo ayudarte a reclamar su cumplimiento o a resolver el contrato. Dependiendo de lo firmado, podrás exigir indemnizaciones, penalizaciones o la devolución de lo entregado. Por eso es tan importante que el contrato esté bien hecho desde el principio.
Puede que incluya cláusulas abusivas, renuncies a derechos sin saberlo o te falten condiciones clave. Revisar antes de firmar puede evitar meses (o años) de conflictos y gastos innecesarios.
Puedo revisar el contrato contigo y valorar si es posible anular, renegociar o simplemente aclarar los efectos legales.
Con cualquier contrato civil, como:
Debe recoger con claridad:
Me aseguro de que cada cláusula esté adaptada a tu caso real, sin copiar y pegar modelos genéricos.
Sí. Un contrato firmado con certificado digital o plataformas como DocuSign, Signaturit o similares es completamente válido en España, siempre que cumpla los requisitos legales.
Sí, si ambas partes están de acuerdo. Se puede añadir un anexo o redactar una novación. Nosotros te ayudamos a hacerlo correctamente para que tenga validez legal.
Mucho. Sirven como disuasión ante un posible incumplimiento y te dan derecho a reclamar una cantidad pactada sin necesidad de demostrar los daños. Siempre deben estar bien redactadas.
Sí, pero es más difícil de probar. En caso de conflicto, puede ser tu palabra contra la de la otra parte. Por eso, siempre recomiendo dejar constancia escrita.
El contrato privado es el que firman dos partes sin notario. El contrato público es aquel que se eleva a escritura pública ante notario. Ambos son válidos, pero el público tiene más fuerza probatoria y ejecutiva.
Por supuesto. Puedo revisar contratos redactados por ti o por la otra parte para asegurarnos de que no haya errores, ambigüedades o cláusulas que puedan perjudicarte.
Puedo asegurarte de que menos de lo que cuesta no tenerlo. Depende del tipo de contrato y de su complejidad. Siempre ofrezco un presupuesto cerrado, adaptado a tus necesidades y sin sorpresas, antes de empezar. Puedes consultarme sin compromiso.
¿Tienes más dudas? ¿Crees que puedo ayudarte?