HERENCIAS Y SUCESIONES
¿Quién no ha escuchado alguna vez que alguien no se lleva bien con la familia, ha tenido problemas, está dolido o ha dejado de hablarse con ella por culpa de una herencia? Por desgracia, es un problema frecuente y recurrente. De ello da fe la existencia de un amplio refranero:
Y así podríamos seguir durante un largo rato. Sin embargo…
…quién evita la ocasión, evita el peligro.
Cuando una persona fallece, lo que debiera importar y quedar son las emociones, las vivencias, los recuerdos, los aprendizajes, etc.
Sin embargo, muchas veces quedan bienes (cuentas bancarias, inmuebles, muebles, joyas, acciones, etc.) y aquello que debería ser una bendición, resultado del esfuerzo de toda una vida, se termina transformando, por no estar las cosas claras o bien hechas, en un problema, cuando no en un auténtico infierno.
En ese momento, el duelo puede terminar convirtiéndose en conflicto, mezclándose la tristeza por la pérdida con sentimientos como la rabia, la impotencia, el abandono, la incredulidad o el rencor.
Y lo que debería ser un proceso de cierre y homenaje se convierte en un motivo de distanciamiento, generando tensiones que se arrastran durante años.
Todo ello por la falta de un testamento adecuado, de documentos ordenados, de transparencia, la ambigüedad legal o la desconfianza entre herederos.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Como abogada especialista en la materia puedo asegurarte que con respeto, transparencia y el acompañamiento adecuado es posible evitarlo.
Si quieres sentirte aliviado de dejarlo todo claro y bien atado, planificar tu herencia con transparencia, legalidad y empatía es una forma de proteger a quienes más quieres.
Ponte en manos de un especialista.
Eso sí, sea yo quién te ayude o sea otro compañero, que sea bueno.
Lo primero es tomarte el tiempo que necesites para asimilar la pérdida. Desde el punto de vista legal, deberás obtener el certificado de defunción, el certificado de últimas voluntades y el testamento si lo hubiera. Luego, se puede iniciar el proceso de aceptación y reparto de la herencia. No estás solo/a: un abogado puede acompañarte paso a paso.
No. Si la herencia tiene deudas o puede traerte más problemas que beneficios, puedes rechazarla o aceptarla a beneficio de inventario (solo respondes por las deudas hasta donde alcancen los bienes heredados). Tienes derecho a decidir lo mejor para ti.
Es bastante común. En esos casos, se puede intentar llegar a un acuerdo con ayuda de un abogado o un mediador. Si no hay entendimiento, se puede acudir a un procedimiento judicial para repartir la herencia de forma justa.
Certificado de defunción, certificado de últimas voluntades, testamento (si existe), DNI de los herederos, libro de familia, escrituras de los bienes, justificantes bancarios y documentos de seguros o deudas. Un profesional te ayudará a recopilarlos sin agobios.
Legalmente no hay un plazo límite, pero si no se acepta en un plazo razonable (por ejemplo, dentro de los 6 meses para efectos fiscales), pueden generarse intereses o sanciones. Cuanto antes te asesores, más tranquila será la gestión.
Es el acto por el que un heredero decide tomar los bienes (y responsabilidades) del fallecido. Puede hacerse de forma expresa (ante notario) o tácita (actuando como heredero). Es importante hacerlo bien, porque tiene efectos legales y fiscales.
En una herencia testada hay testamento y se respetan los deseos del fallecido. En la intestada no hay testamento y la ley determina quiénes heredan (normalmente hijos, cónyuge, padres o hermanos). En ambos casos, hay que tramitar la herencia correctamente.
Sí, el más habitual es el Impuesto de Sucesiones. La cuantía depende del grado de parentesco, el valor de los bienes y la comunidad autónoma. Con una buena planificación legal se pueden reducir estos costes.
No. La herencia se acepta o se rechaza en su totalidad. Lo que sí puedes hacer es aceptarla a beneficio de inventario, lo que protege tu patrimonio ante posibles deudas.
Es una forma legal de aceptar una herencia sin poner en riesgo tus bienes. Solo pagas las deudas del fallecido hasta donde lleguen los bienes heredados. Es muy recomendable si no está claro si hay deudas o no.
La vivienda se puede adjudicar a uno de los herederos compensando económicamente a los demás, o bien venderse y repartir el dinero. Si no hay acuerdo, se puede solicitar la división judicial de la herencia.
Sí, puedes vender tu parte a otro heredero o a un tercero, aunque este último caso puede generar tensiones familiares. Siempre conviene consultarlo antes con un abogado.
Se le puede requerir legalmente para que acepte o renuncie. Si no responde, se puede acudir a la vía judicial para desbloquear la situación. No tienes por qué quedarte atascado/a por la negativa de otra persona.
Puede ser considerado ocupante sin título. Si no hay acuerdo, se puede reclamar judicialmente la parte correspondiente o incluso solicitar el desalojo. Cada caso debe analizarse con cuidado.
Se pueden valorar por tasación, referencia catastral o acuerdo entre herederos. Esta valoración es clave para calcular impuestos y repartir los bienes de forma justa.
Buscar apoyo profesional es clave. Un abogado puede ayudarte a mediar, proteger tus derechos y encontrar soluciones que eviten una guerra familiar. El objetivo es cerrar el capítulo con paz.
Por supuesto. Es normal sentirse perdido/a. Mi trabajo no es solo legal, también es humano. Te acompaño paso a paso, te explico todo con claridad y me encargo de las gestiones para que puedas ganar tranquilidad.
La mejor forma es hacer un testamento claro, planificar tu herencia y dejar instrucciones sobre bienes, deudas y voluntades. Evitará conflictos y facilitará que tus seres queridos vivan el duelo sin más carga.
La mejor forma es hacer un testamento claro, planificar tu herencia y dejar instrucciones sobre bienes, deudas y voluntades. Evitará conflictos y facilitará que tus seres queridos vivan el duelo sin más carga.
No es obligatorio, pero sí muy recomendable. Dejarlo todo por escrito evita confusiones, conflictos y hace el proceso mucho más ágil para tus seres queridos.
Claro. El último testamento que se otorgue es el válido. Puedes modificarlo tantas veces como quieras. La vida cambia, y tus decisiones también.
Es una parte de la herencia que la ley reserva obligatoriamente para ciertos herederos (hijos, padres, cónyuge). Aunque puedes decidir sobre una parte de tus bienes, hay otra que no puedes disponer libremente.
Sólo en casos muy concretos (maltrato, abandono, injurias graves, etc.). La desheredación debe justificarse legalmente. Es un tema delicado, y conviene abordarlo con asesoramiento.
Evita problemas entre herederos, reduce impuestos, permite repartir como deseas y da tranquilidad a todos. Es un acto de generosidad y previsión que tus seres queridos agradecerán en el futuro.
¿Tienes más dudas? ¿Crees que puedo ayudarte?